Prefacio:
La fisioterapia ha evolucionado muchísimo en los últimos años.
Hemos incorporado un tejido clave en la exploración y tratamiento que hasta hace muy poco no parecía tener ninguna relevancia en los tratamientos.
El tejido fascial
El tejido fascial nos envuelve por completo, nos interconecta e influye en todas las funciones del cuerpo ya sean del aparato locomotor, sistema circulatorio, nervioso, etc.
Nada escapa al sistema fascial y todo afecta al sistema fascial.
Tenemos que tener claro que el sistema fascial es nuestra llave de entrada al cuerpo y solo cuando la globalidad está en equilibrio, podemos conseguir resultados óptimos que se mantengan en el tiempo.
Como el tejido fascial, a contrario de otros tejidos como el muscular, se modifica y adapta de forma muy lenta, nuestros objetivos y terapias deben respetar todas las fases de la recuperación.
Debemos acompañar a nuestro paciente en todas las etapas y asegurarnos que el paciente reciba los estímulos necesarios en intensidad, duración y periodicidad adecuados para que haya una remodelación del tejido fascial. Esto garantiza su óptimo funcionamiento.
Ya expliqué en el libro de Richelli's Fascial Quadrant System que debemos integrar el movimiento tanto en la exploración como en el tratamiento.
Pero muchas veces tenemos el problema de que no podemos tratar a nuestros pacientes con la frecuencia deseada y por un periodo de tiempo, que garantice su completa recuperación.
Con el tratamiento manual, instrumental o agentes físicos, pretendemos modificar y restaurar la funcionalidad de los tejidos.
Esa nueva realidad la tiene que integrar el cuerpo y nosotros la tenemos que reforzar.
Es aquí donde el ejercicio terapéutico cobra su relevancia.
No podemos limitarnos a eliminar los síntomas del paciente. Hay que abordar la raíz del problema y, a ser posible, dejarlo mejor de lo que estaba. Si lo dejamos igual y sigue con sus tareas que le llevaron a la lesión, se volverá a lesionar. Pero si le dejamos mejor y hace lo mismo que antes, estará mejor preparado.
La recuperación completa solo con terapia presencial puede suponer un obstáculo de tiempo y económico para el paciente.
Por lo que, si el paciente puede poner de su parte, todo refuerzo en su domicilio puede ser de gran ayuda en acortar los tiempos de recuperación.
Debemos de ser capaces de ofrecer el ejercicio preciso para cada fase de recuperación en el tejido o área implicada en su lesión, dando prioridad a la causa y no al síntoma.
Igual que no cualquier terapia sirve para curar, no cualquier ejercicio sirve para mejorar.
Si aplicamos mal los parámetros, los ejercicios y el área donde se aplica, podemos causar grandes problemas.
Debemos incluir el ejercicio:
1. Durante nuestra sesión de terapia.
2. Pautar unos ejercicios acorde a cada fase entre las sesiones de tratamiento.
3. Tras las sesiones de terapia, cuando hayan desaparecido los síntomas, acompañar con revisiones y modificaciones de los ejercicios al paciente hasta su completa recuperación.
4. Supervisar de por vida los hábitos correctos de ejercicio que mantenga o mejoren las condiciones físicas del paciente o atleta.

Contenido:
INTRODUCCIÓN
Cuáles son las diferencias y errores que se suelen cometer con los ejercicios clásicos
La relación de las vías anatómicas o cadenas musculares con los cuadrantes fasciales
La linea posterior superficial (LPS)
Línea frontal superficial (LFS)
Linea Lateral (LL)
La línea espiral LE
Línea frontal profunda LCFP o linea central
Líneas Adicionales
La línea superior (LS)
La línea inferior (LI)
El tratamiento de los cuadrantes fasciales a través del movimiento
El tratamiento de las fascias
¿Por qué tratar y entrenar las fascias?
Beneficios del entrenamiento fascial
¿Cuál es el mejor tratamiento?
¿Que convierte un tratamiento en el mejor?
Tendremos que tener en cuenta
1. Los efectos inmediatos o a corto plazo
2. Los efectos a largo plazo
El mejor tratamiento es
El ejercicio fascial
Los 5 pilares del ejercicio fascial
1. Liberar tejido
Los efectos que buscamos son
a) La desensibilización
b) Cambios de densidad en la sustancia fundamental
2. Estirar
¿Como deben ser los estiramientos?
a) ¿Estáticos o dinámicos?
b) ¿Estiramiento simétricos o unilaterales?
c) ¿Que es eso de la rigidez y tensión?
3. Propiocepción
Respuesta de los estímulos según la tensión del tejido
1. En un tejido bajo tensión
2. En un tejido con una tensión deficiente
La progresión será la siguiente
4. Resistencia
La progresión
a) Intensidad
b) Duración
c) Velocidad
5. Fuerza
La progresión
a) Intensidad
i). Tensión de inicio
ii). Posición de inicio
b) Repeticiones
Las tres situaciones de trabajo predeterminadas
c) Velocidad
Tenemos tres supuestos a respetar
La implementación de los ejercicios terapéuticos
El orden a seguir en el auto tratamiento y ejercicios
Trabajo con Foam Roller y Ball
1. Los Objetivos
2. Los parámetros de tratamiento para el tejido conectivo
3. Los parámetros de tratamiento para el tejido muscular
Los parámetros de tratamiento a nivel articular
El Foam Roller
Descripción
Utilidad
Su función principal
Modos de uso
a) Longitudinal
b) Transversal
c) Fijo
El Ball
Descripción
utilidad
Su función principal
Modos de uso
a) Fijo
b) Arrastre
c) Transversal
d) Tornado
La compresión miofascial con flossband
Descripción
Utilidad
Así lo podemos aplicar
Tenemos 4 intensidades de aplicación
Aplicación
a) Analgesia
o) Compactador
c) Lubricación
d) Remodelación
e) Drenaje
f) Hipertrofia
g) Estabilidad
Modos de aplicación
a) Tiempo de aplicación
b) Recuperación
c) Repeticiones
a) Cuando usar el flossband
e) Frecuencia
i). Intensidades bajas
ii). Intensidades altas
La descompresión miofascial con ventosas
Descripción
Tres posibilidades de aplicación
El Movilizing
Tenemos tres intensidades
Colocación
La técnica de aplicación
Los efectos terapéuticos
Con una sola ventosa conseguimos
Trabajo con resistencia
Gomas tipo tubulares
La resistencia
Tensión cero de inicio
Tensión neutra
Tensión previa
Tensión variable
Formas de fijación
Con un lazo a un pilar
Con un mosquetón en una cincha
Secuencia de trabajo
El Richelli's Fascial Reset System
El tratamiento de los Cuadrantes Fasciales
Cuadrantes del Cráneo y Cuello
Cuadrantes del cráneo (Nº l)
Cuadrantes del Cuello (Nº 2)
Cuadrante del Cuello Posterior (Nº 3)
Cuadrantes Anteriores del Tronco
Cuadrante Torácico Anterior Superior (Nº 4)
Cuadrante Torácico Medio Anterior (Nº 5)
Cuadrante Torácico Inferior Anterior (Nº 6)
Cuadrante de los Rectos abdominales (Nº 7)
Cuadrantes Posteriores del tronco
Cuadrante Torácico Superior Posterior (Nº 8)
Cuadrante Torácico Inferior Posterior (Nº 9)
Cuadrante Torácico Central Posterior (Nº 10)
Los cuadrantes de los MMII
El Cuadrante del Muslo (Nº 11 A,B,C y D)
Cuadrante de la rodilla (Nº 12)
El Cuadrante de la Pierna (Nº 13 A,B,C, y D)
Cuadrante del Tobillo (Nº 14)
Cuadrante del Pie (Nº 15)
Cuadrantes del MMSS
Cuadrante del Deltoides (Nº 16)
Cuadrante del Brazo (Nº 17 A,B,C, y D)
Cuadrante del codo (Nº 18)
Cuadrante del Antebrazo (Nº 19 A, B, C y D)
Cuadrante de la muñeca (Nº 20)
Cuadrante de la Mano (Nº 2l)
La prevalencia de puntos específicos en las patologías más comunes
Clasificación por patologías
Lumbalgias
Cervicalgias
Patología de hombro

Bibliografía: p. 183-186