Prólogo
Para el profesional de la nutriología existen diversas estrategias para diseñar planes de alimentación o para evaluar su calidad. Dependiendo del caso particular puede requerirse, en un extremo, hacer una recomendación cualitativa y sencilla que no requiera de mayores estimaciones y, en el otro, hacer cálculos muy precisos de tal o cual nutrimento, incluso en microgramos. Sin embargo, lo más frecuente son los escenarios intermedios en los que no es suficiente una recomendación general y cualitativa pero tampoco se requieren cálculos estrictos de cada uno de los nutrimentos contenidos en la dieta. El Sistema Mexicano de Alimentos Equivalentes (SMAE) es la herramienta idónea para este escenario intermedio.
La utilidad de este Sistema, que se ha ido transformando para responder cada vez mejor a las necesidades de los tiempos cambiantes, radica en su capacidad de intermediación entre el nutriólogo y el usuario final. Es decir, se trata de una herramienta que facilita al profesional de la salud, particularmente de la nutriología, la comunicación con su paciente, con el comensal, con el encargado de cocina en un comedor de empleados o con el tomador de decisiones en el terreno de las políticas de alimentación.
Digno de destacar es que en esta quinta edición se ha incrementado notablemente la base de datos de alimentos y productos, de tal suerte que se han adicionado más de 400 entradas de alimentos, platillos o productos, que han salido al mercado o que simplemente no se habían considerado en ediciones anteriores, a las 2200 entradas incluidas en las ediciones anteriores. Esta edición mantiene el formato anterior en donde se utilizan tamaños de porciones razonables para rescatar la moderación en el comer, sobre el índice glucémico de los alimentos y el conteo de hidratos de carbono. Es de destacar la riqueza de alimentos, productos y platillos propios de México que incluye el SMAE. Es importante mencionar que esta 5a edición se encuentra también en versión digital para permitir consultas rápidas y prácticas de alimentos específicos o para apoyar a los pacientes en el seguimiento de su plan de alimentación.
En adición a la solidez probada del documento, la amplia experiencia y trayectoria profesional de las editoras, las constantes revisiones a la herramienta y el respaldo de las instituciones que originalmente participaron en el Consenso Nacional sobre el Sistema Mexicano de Alimentos Equivalentes garantizan la calidad y la utilidad de la obra.
Esta nueva edición del Sistema Mexicano de Alimentos Equivalentes es material obligado de consulta que debe ocupar un sitio especial en el librero de nutriólogos o nutricionistas, tecnólogos o químicos en alimentos, dietistas, médicos, agrónomos, economistas, encargados de la planeación e implementación de políticas públicas e incluso profesionales de otros campos encargados de divulgar el conocimiento en materia de alimentación y de promover una dieta correcta y sostenible en el contexto del sistema alimentario.
El Sistema Mexicano de Alimentos Equivalentes, ahora en su 5a edición es muestra de tradición y de innovación. Tradición porque aporta desde sus primeras ediciones, información probada y valiosa para la conformación de planes de alimentación para personas sanas o con necesidades particulares y, aunque puede usarse en otros contextos, responde a las necesidades de México, nuestro país. Innovación, porque incorpora nuevos alimentos, platillos y productos, así como apoyos tecnológicos modernos que facilitan su consulta, particularmente en el caso de profesionales jóvenes y pacientes u otros usuarios tan habituados a las herramientas tecnológicas. Es difícil pensar en un profesional de la nutriología que no conozca el SMAE y que no se beneficie de tenerlo en su biblioteca personal.



Contenido:
Verduras
Frutas
Cereales sin grasa
Cereales con grasa
Leguminosas
Origen animal muy bajo aporte de grasa
Origen animal bajo aporte de grasa
Origen animal moderado aporte de grasa
Origen animal alto aporte de grasa
Leche descremada
Leche semidescremada
Leche entera
Leche con azúcar
Grasas sin proteína
Grasas con proteína
Azúcares sin grasa
Azúcares con grasa
Libres de energía
Bebidas alcohólicas

Bibliografía: p. 204