Tratado de ginecología : fisiología femenina / José Botella Llusiá.
By: Botella Llusiá, José.
Material type: TextPublisher: España : s.n., [1945]Description: xxiv, 490 p. : il. ; 25 cm.Subject(s): Mujeres -- Fisiología | Organos reproductores femeninosLOC classification: RG 103 | .B67Item type | Current location | Collection | Call number | Copy number | Status | Date due | Barcode |
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Libros | UMSA Plantel Reforma | Acervo general | RG 103 .B67 (Browse shelf) | 1 | Available | 000019975 |
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Resumen: Este libro no es en modo alguno una obra definitiva. Al indicar su provisionalidad no lo hacemos, claro es, en el sentido de declarar también efímeras casi todas las cosas que hoy se afirman en esta ciencia, y que están destinadas a ser revisadas en los futuros avances de la misma. Esta inestabilidad es genérica a toda la literatura médica actual y, desde luego, abarca también a esta obra. Pero no es esto a lo que ahora nos referimos, sino más bien al plan de ordenación y exposición de este libro, que tendrá que ser rectificado y mejorado en sucesivas ediciones, si es que tiene la fortuna de perdurar.
No presentamos al lector un tratado, ni siquiera un compendio. No nos hubiéramos atrevido a ello. A medida que se va adquiriendo una cierta práctica en enseñar, se hace más patente la dificultad de escribir un buen tratado de cualquier cosa. Sólo una vida docente de muchos años y un pensar profundo sobre la materia, además de un íntimo contacto con generaciones de estudiantes y de estudiosos, pueden madurar un tratado digno de llamarse así. Tenemos un concepto demasiado elevado de lo que debe ser un libro de texto, para lanzarnos a la idea impremeditada de escribir uno.
Hubiera sido, pues, nuestro deseo el haber dejado transcurrir mucho tiempo antes de que la obra saliese de nuestro despacho; pero el temor de que el excesivo deseo de perfección y la exagerada autocrítica esterilizasen para siempre nuestra actividad, nos ha movido a salir adelante. Hemos ido a buscar el justo término medio: el publicar la obra de un modo provisional, esto es, para proveer a una necesidad del momento. Se hace así un ensayo; si el libro tiene éxito, en sucesivas ediciones podrá ordenarse y pulirse mejor; si no lo tiene, habrá servido al menos para ayudar a estudiar a unas generaciones de muchachos. Con el volumen ya en las librerías, no cabe volverse atrás. Una ventaja de publicarlo ahora es que ya nos obligamos para siempre a trabajar para mejorarlo, tanto como dure nuestra vida de enseñanza.
En el curso 1943-44 tuve el honor de explicar el segundo año de Obstetricia y Ginecología en la Facultad de Medicina de Madrid. Pronto, al planear el programa de las lecciones, comprendí la imposibilidad de ceñirme a ninguno de los textos, casi todos extranjeros, de que se podía disponer para la enseñanza. Hube, por lo tanto, de explicar materias recopiladas y fundidas de muy diversas fuentes. Con todo, la base de las lecciones fue ese conocimiento personal que se basaba en la propia experiencia, corta en mi caso, y en la de mis maestros, en cambio, muy larga; unida al sedimento que lecturas y lecturas, a veces olvidadas en sus detalles, pero persistentes en el fondo, habían dejado en lo más profundo de nuestra mente, creando así nuestro criterio y nuestro estilo. Por eso el lector no encontrará citas ni nombres de autores. En un curso elemental, tampoco hacen falta.
Los estudiantes pidieron permiso para tomar apuntes y accedí a ello, a condición de corregirlos yo mismo, lección por lección. Puedo afirmar que este sistema rindió sus frutos, sirvió. Al final del curso tenía una colección de cuartillas que constituían un esquema de la patología del aparato genital femenino. No había alardes de erudición, pero cada cosa tenía el volumen que debía tener, ni grande ni pequeño. Y, sobre todo, adaptado a la capacidad de estudiante medio, que no tenía así que recurrir a los tratados extranjeros, de una extensión y una prolijidad la mayoría de las veces incompatible con la capacidad del estudiante, ni bueno ni malo. Aquellas hojas taquigráficas recibieron un espaldarazo de opinión cuando fueron utilizadas por especialistas, en la preparación de unas oposiciones de índole ginecológica. Tenía en mi poder gran número de fotografías, dibujos y esquemas originales, pertenecientes a mí ya extensa colección iconográfica, recogidos con paciencia y esfuerzo, en años y años de hospital y que habían servido para las proyecciones de cátedra.
El material para el libro estaba completo. Modifiqué los apuntes con algunas acotaciones, intercalé las figuras, y así se compuso lo que ahora ve la luz. Se trata, pues, de una compilación de lecciones; por eso se llama «Curso» y no «Tratado». Tiene la finalidad de orientar a los estudiantes y médicos prácticos, dándoles una idea original y esquemática de la Ginecología. Nada más. Quiera Dios que después de muchos años de trabajo continuo pueda convertirse en algo definitivo. Hoy por hoy, es sólo el diario de un curso y el guion para otros que han de venir.
En este momento es costumbre dar las gracias. Yo quiero dárselas, sobre todo, a mis alumnos que tomaron estos apuntes y a todos los colaboradores amigos que me rodean en la clínica universitaria, cuyo entusiasmo y colaboración tanto me han estimulado. Quisiera que este libro, más que mío, fuera un libro de escuela. Un poco hijo de todos nosotros.
VIII
San Rafael, verano de 1945.
Incluye bibliografía
Índice: p. 481-490