Resumen: La creatividad está íntimamente ligada a la propia aventura humana. Sin esta vena creativa que su código genético encierra, la especie humana no hubiera sido posible. Desde siempre, las cosas artificiales que el Hombre es capaz de crear, han aportado una mejora en su calidad de vida y la formación de su cultura. Nuestro progreso sigue dependiendo de esa capacidad creativa de la que el diseño es una de sus componentes. Este libro propone un modo de entender el diseño desde una perspectiva continuista del quehacer creativo ancestral. Sin mitificación alguna de su papel en la sociedad, recalca el rol importante que esta disciplina creativa puede efectivamente desempeñar dentro del marco de la estructura industrial que conocemos. Además, apunta otras posibilidades de contribución si se lograra un enfoque industrial más coherente. Acota así una nueva área de acción para el diseño: clara, precisa y realista. Las hipótesis que sugiere el autor, aunque modestas, poseen la fuerza y la eficacia de lo posible y definen un horizonte de esperanza.

Bibliografía: p. 197-201