Resumen: Muchas de las leyes que rigen el comportamiento de los animales determinan también buena parte de nuestras acciones, y, por consiguiente, la descripción del modo de proceder de los animales también presenta un interés para los humanos. No es que el hombre sea "solamente animal", ya que muchas de sus cualidades y de sus hazañas le elevan muy por encima de los demás seres vivos. Sin embargo, como muy bien decía el sabio chino —y repite Konrad Lorenz— no todo el hombre está en el animal, ni mucho menos; pero todo el animal sí está en el hombre.
Con esta mira, el volumen consta de un artículo de Konrad Lorenz en el que propugnaba en 1939 el estudio comparado de la conducta animal y de la humana, seguido por estudios de Paul Leyhausen —discípulo del anterior— que tratan de señalar la importancia que para la interpretación de la conducta humana tiene una dimensión nueva, o por lo menos totalmente ignorada; uno o dos mil millones de años de evolución filogenética. Para dicha interpretación, Paul Leyhausen es uno de los etólogos mejor preparados, pues es el único que cuenta con una formación completa en psicología humana. Por otra parte, es el único que ha dedicado el trabajo de toda su vida al estudio de un grupo de mamíferos importantes: los felinos.
De ahí que, en atingencia científica, los trabajos recogidos en este volumen contribuyen más al conocimiento del hombre que otros trabajos del propio Lorenz, al mismo tiempo que son perfectamente comprensibles para quien carezca de formación científica. Tres materias son las que tratan aquí: el estudio de los impulsos como pieza esencial de toda "psicología general", en el fenómeno expresivo como primer sistema de comunicación interindividual de los organismos, y en la participación del factor espacio en el comportamiento social y en la organización social.

Bibliografía: p. 305-319

Título original: Antriebe tierischen und menschlichen verhaltens.