Resumen: En México y prácticamente en todo el mundo, la mayor parte de los padres tienen serios dilemas emocionales al momento de decidir si su hijo acudirá o no a la guardería al no tener la posibilidad de cuidarlos por motivos laborales o tal vez académicos. Dicho dilema surge de la idea preconcebida de que en esos sitios no se les presta la debida atención o que corren mayores riesgos de enfermedad, accidentes, descuidos, entre otros. Es por lo anterior que a lo largo de esta investigación se presentaran las conclusiones a las que han llegado diversos expertos en el área tanto positiva como negativamente ya que por ejemplo se ha demostrado que los niños que han acudido a buenas guarderías les va levemente mejor en pruebas para medir sus logros académicos y cognitivos en la adolescencia, además que son un poco menos propensos a tener mala conducta que sus pares que habían asistido a guarderías de menor calidad. Sin embargo, también se ha demostrado que los niños que pasaron más horas en estas instituciones tenían una tendencia levemente mayor a ser impulsivos y a asumir riesgos a los 15 años que los adolescentes que habían estado bajo el cuidado de sus padres en la niñez temprana. Las guarderías parecen proveer un pequeño impulso al desarrollo académico, quizá fomentando la adquisición temprana de capacidades escolares, de la responsabilidad, del seguimiento de reglas y de la socialización, pero, como en toda situación en la vida, se puede obtener lo mejor de un niño cuando sus padres están atentos a su educación y desarrollo.

Tesis (Licenciado en Psicopedagogía Integral) -- UMSA, 2012