Resumen: Este segundo tomo de Fundamentos de Derecho penal mexicano trata diversos temas de sumo interés y fundamental importancia para cualquiera que estudie o se dedique al Derecho Penal.
Las fuentes del Derecho Penal se abordan de una manera innovadora; contrario a la opinión mayoritaria, la ley no es la única fuente de esta rama de la ciencia jurídica, por el contrario, existen otras fuentes de Derecho que pueden y deben ser aplicadas, ya sea por el legislador al momento de crear tipos penales, o bien por el juzgador al aplicar la ley.
El principio de culpabilidad es uno de los fundamentos más relevantes del Derecho Penal, sin embargo, en pocas ocasiones es tomado en cuenta por las autoridades que lo aplican, en esta obra se explica claramente cómo debe ser entendido y aplicado.
La interpretación de la ley penal es abordada, haciendo una distinción entre la analogía y la interpretación analógica y desarrollando cada uno de los métodos de interpretación de manera simple y profunda a la vez.
Se muestra el error de la doctrina mayoritaria al señalar que el principio de presunción de inocencia no sólo tiene aplicación en el proceso penal, sino también en la averiguación previa y en la fundamentación de la sentencia y se traduce en el tratamiento de inocente que debe darse al inculpado mientras no se demuestre su culpabilidad.
El debido proceso legal, la garantía de garantías, es desarrollado en las subgarantías que abarca y se demuestra la innecesaria existencia de cualquier otra garantía si el foro conociera a cabalidad lo que el debido proceso legal abarca.
Finalmente, por lo que hace a la prohibición de penas inhumanas y degradantes, así como al direccionamiento de las penas de prisión para resocializar al sujeto activo del delito, hay que señalar que son temas de notable trascendencia tomando en consideración los momentos por los que pasa nuestro país, en donde el exacerbamiento penal parece ser la moneda de cambio.

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