Resumen: Yucatán es un estado con una extensa y diversa riqueza en lo que a patrimonio cultural se refiere. Y es que a partir de elementos tangibles e intangibles, como la música, la gastronomía, la artesanía y la arquitectura y, desde luego, nuestra manera de hablar y expresarnos, nos hacemos diferentes dentro de la geográfica cultural de nuestro México.
Es precisamente dentro de esta riqueza en cuanto a patrimonio, que algunos componentes de éste no reciben la misma valoración que otros sí tienen en la cotidianidad. Es el caso de los cementerios, a los que no percibimos en primer instancia como expresión cultural, en virtud de que acudimos a ellos por lo general, en momentos de pena y dolor, cuando algún ser querido se adelanta en el camino que todos los mortales estamos destinados a recorrer.
Sin embargo, un cementerio es también un sitio de encuentro con toda una serie de expresiones producidas por esa pena y dolor que sólo puede generar el hecho de que sabemos que nunca más podremos convivir con el familiar, el amigo o el compañero que en este sitio descansará. Estas expresiones son reflejadas con materiales, técnicas y formas que corresponden a conceptos de épocas específicas. Así surgen diversas manifestaciones encaminadas a mantener el recuerdo y, por lo tanto, un vínculo con estos seres queridos, tomando forma de esa pena y dolor, de ese cariño y recuerdo, mediante elementos tales como esculturas, construcciones y discursos epitafiarios, entre otro más, que contienen elementos de un valor cultural.
Así, con base en la identificación de los componentes de cada cementerio, es posible establecer el proceso de evolución social, económica y cultural de la comunidad que dio paso a su confirmación, el cual se expresa con elementos iconográficos, sistemas y soluciones constructivas, materiales, y una diversidad de formas que podremos agruparlas en múltiples tipologías. De ahí que podemos afirmar que algunos cementerios tienen pues, a partir de su contenido, un valor particular, como expresión de las diversas épocas de una comunidad.

Bibliografía: p. 231-234