Resumen: Existe desde hace unos años un profundo proceso de revisión de los ordenamientos jurídicos para adaptarlos a las necesidades y exigencias del desarrollo de la llamada sociedad de la información, lo que se manifiesta tanto sobre la interpretación de normas elaboradas con anterioridad como en la introducción de destacadas novedades legislativas. Junto a ciertos logros a escala internacional, con un impacto diverso, se observan en ese proceso tendencias comunes entre diversos países, pero también planteamientos opuestos en sectores concretos y niveles muy diferentes de elaboración de las legislaciones sobre estas materias.

En este contexto, un estudio de los distintos sectores reguladores del comercio electrónico centrado en la realidad mexicana, resulta de particular utilidad cuando no sólo aborda la situación actual del ordenamiento jurídico, sino que también pretende proporcionar criterios que pueden ser relevantes para su próxima evolución. Este enfoque favorece el logro de una regulación más elaborada de la actividad negociar en el entorno digital, lo que debe proporcionar seguridad jurídica y, por lo tanto, facilitar el desarrollo del comercio electrónico.

Estos objetivos exigen, al analizar el régimen jurídico del comercio electrónico, tener en cuenta que en las materias que no han sido objeto de especial desarrollo en la legislación mexicana ni en la normativa internacional, puede ser de gran interés valorar la situación existente en los sistemas más relevantes en el panorama mundial y que ejercen una mayor influencia sobre el resto de países en la regulación de estas materias. Esos sistemas, que en ocasiones adoptan planteamientos enfrentados, son los de EEUU y la Unión Europea.

Conocer el régimen jurídico del comercio electrónico exige abordar el estudio de sectores diversos del ordenamiento, que son determinantes de la organización y ejercicio de los negocios por medios electrónicos. En primer lugar, es preciso tratar sobre la regulación de los operadores y prestadores de servicios cuyas actividades hacen posible que las empresas y consumidores interacción en la Red.

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