Resumen: El desenlace de los sucesos que aquí se narran está en la memoria de todos: el 17 de enero de 1977, en la penitenciaría estatal de UTA, un pelotón de fusilamiento ponía fin a la vida de Gary Gilmore, convicto de doble asesinato. Gary hubiera podido prestarse al trágico forcejeo de las postergaciones, de las apelaciones, de los subterfugios legales: prefirió la muerte.

Decir que la canción del verdugo reconstruye los nueve meses alucinantes que transcurrieron entre la libertad condicional y los dos insensatos homicidios que llevaron al asesino ante el pelotón, sería mutilar el vasto panorama contenido en este libro cargado de ira formidable, infinita misericordia, humo rabelesiano y terrible dolor.

Ninguna otra obra de Mailer, ni siquiera los desnudos y los muertos, puede darle al lector una idea de la fuerza desencadenada de este relato en el que se yergue, entre centenares de testimonios, la versión de Nicole, amante de Gary, una chica enfrentada con un mundo casi tan turbulento y corrompido como el del propio protagonista. Y es maravilloso comprobar cómo sobrevive intacto, entre tanto y tan mezquino sufrimiento, el amor de esos dos jóvenes condenados de antemano a una existencia marginada, turbia, dolorosa.

El amplio telón de fondo es el moderno Oeste, mejor dicho, la otra cara de esa fachada opulenta y optimista que suele presentársenos: es esta una América escandalizadora y triste, errática, indigente, miserablemente pervertida.

Mailer no nos deja olvidar que está relatando hechos realmente ocurridos, que sus personajes son de carne y hueso, que esta perturbadora novela es también un reportaje exhaustivo, preciso, certero. No somos aquí sólo lectores, sino auténticos testigos de una tragedia real cuyo desarrollo es tan fatídico como el de un antiguo mito: llegamos así a conocer íntimamente la vida de un asesino, tal vez con mayor veracidad y hondura que los sucesos normales de la vida cotidiana.

Título original: The executioner's song