Resumen: La presente obra pretende exponer una corriente de pensamientos jurídicos sobre la jurisdicción, la justicia, la prueba y el proceso. Desde las primeras líneas advertiremos que nos encontramos ante un tema de capital importancia para el derecho, que seguramente conducirá por uno de los caminos más atrayentes que ofrece el panorama penal. Tratamos de demostrar que la prueba no es un problema aislado o particular del derecho procesal, dado que atañe al Estado, a lo jurídico y a la justicia, pues, sin la prueba el derecho sería ciego, dado no habría certeza en la aplicación de la sanción.
Estudiaremos la prueba procesal en sus dos planos principales: la parte general y la parte especial.
La primera será atendida partiendo no únicamente de la teoría del conocimiento científico, sino de la Teoría General del Proceso, que es la disciplina que tiene como objeto de investigación el estudio de la esencia de todo el derecho procesal, sin distinciones o referencias concretas a una determinada rama adjetiva especial.
La parte especial trata las formas y procedimientos de la catalogada prueba penal, lo que implica su relación con la política criminal, con el delito, el delincuente, la víctima y con casos que le son de suyo propios como la confrontación. Además, comprende algunos aspectos objetivos que son de interés, como el de la investigación ex officio que se otorga normalmente al juez. Igualmente, trata de explicar la dinámica del derecho probatorio penal que opera en procesos reales. En escala descendente analiza las pruebas y los procedimientos que regulan nuestro Códigos de Procedimientos Penales del Distrito Federal y el Federal.
En todo caso, las conclusiones a que llegamos, aunque doctrinalmente pensamos se van aclarando en el curso de la obra, su reflexión procede también de la experiencia concreta, por lo que creemos será de utilidad para la meditación de quienes se interesan por la prueba.