Resumen: Las iglesias románticas con cementerio en un paisaje rural son lugares de paz que producen un efecto de continuidad histórica: uno piensa que cuando la iglesia fue construida, en la Edad Media, debió tener el mismo aspecto o uno parecido al actual. A veces, incluso pude descubrirse un rincón donde nada recuerda al presente. El encanto de estas iglesias rurales románticas, que no obligan al espectador a admirarlas por su enorme magnitud, como sucede con las grandes catedrales de las ciudades, reside principalmente en lo humano de sus medidas. A las ciudades, añadirse el distanciamiento del ajetreo mundanal, del que parte un efecto tranquilizador.
Muchas de estas iglesias románticas fueron antiguamente iglesias monásticas y algunas de ellas lo continúan siendo. El hecho de que los monasterios del romántico se encuentren por regla general rodeados de hermosos paisajes se debe a que los monjes del siglo XI y XII se dedicaron especialmente a la cultura rural. Esto sintonizaba con los intereses de los señores feudales, de cuya protección solían gozar los monasterios. Los lugares privilegiados para la construcción de monasterios fueron los valles más silenciosos y apacibles, que por aquel tiempo todavía abundaban.

Bibliografía: p. 470-475

Título original: Die Kunst der Romanik.