Resumen: Esta novela es un poemita. ¿Por qué no está en verso? ¡ Cuánto más luciría con uno de esos trajes fastuosos, recamados de oro, salpicados de perlas, que da Peón a sus ideas, haciendo a ésta, princesa; a ésa, infanta; a aquélla, reina. Él, tan pródigo de talento, de amor, ¿por qué fue avaro? Pido versos para esta obra que es la verdad, vista por unos ojos tristes, al través de la poesía. ¡Amor aquí; olvido allá: lo que soñamos; lo que vemos!.
Parece, aunque no tiene las divagaciones filosóficas y humorísticas, propias de Campoamor, uno de esos “Pequeños Poemas” que tanto y tan deliciosamente hacen sufrir. Corretea la poesía, abre una puerta, y se encuentra a la triste verdad vestida de luto. Huye; cierra los ojos; canta para que el miedo, amigo del silencio, no la siga; abre otra puerta, la que cree del jardín… ¡ y detrás de ella está la del vestido negro!
Así es Veleidosa. Dando cuerpo y color a esta novela me la figuro como la Mártir cristiana de Paul Delaroche.
Es blanca, es rubia, está pálida y flota muerta, sonriendo en las ondas azules adormidas.