Resumen: Dentro de la copiosa bibliografía de Ermilo Abreu Gómez, Tata Lobo, escrita en 1952, presenta un encanto especial en la diversidad de temas, vertientes y argumentos que produjo la pluma del prócer yucateco.
No se trata de una obra didáctica, como algunas de utilidad sempiterna de don Emilio, ni de los frutos más refinados de su numen poético, que tanto cartel le dieron como esmerado sorjuanista. Tata lobo es la historia de un hombre simple, palurdo, como tantos miles y miles perdidos en los horizontes de la patria. Pero es una vida pintoresca del hombre nacido en un villorrio llamado San Blas, cerca del Ajusco.
Por la diversidad de imágenes que ofrece el devenir de su tiempo, Lobo, chato y pelirrojo, es el segundo hijo de un hogar humilde, que vive "porque dios es muy grande".
De su pobreza ancestral y de la repentina desaparición de sus progenitores, el héroe de esta leyenda vive una aventura continua; el niño y luego joven y adulto, que se siente desvalido y para sobrevivir tiene que luchar con denuedo contra el infortunio. Eso le orilla a ejercer diversos oficios, todos sin preparación previa, dentro de un empirismo que despierta la admiración del lector.
¿Y de dónde han provenido los recursos de Tata Lobo para satisfacer sus necesidades? Boticario, ladrón, sepulturero, mozo de escuela, empleado de fonda, molinero y con un buen tiempo de su existencia encerrado en la cárcel.
Es todo un acierto este relato sobre Tata Lobo, que pone en evidencia, los enormes recursos de Ermilo Abreu Gómez como escritor, novelista y otras facultades que perpetuán muchísimos años en el panorama de la cultura.