Resumen: Thó, el antiguo asiento maya sobre el que edificó nuestra ciudad de Mérida, capital de la entonces Capitanía General y del hoy del Estado de Yucatán, hacía en el sustantivo, referencia a los cinco cerros sobre los que cimentaban sus ricas fachadas de piedra los otros tantos edificios públicos de aquella que fue, la más tardía y septentrional ciudad prehispánica en la península en que floreció el Mayab, por igual histórico y legendario.
Pero, a Thó, también dieron los mayas el nombre del ichcanzihó que, según los señores filólogos, quiere decir los nacidos dentro del cielo. Esto es, lo mejor de las gentes del Mayab, voz que habla de escogidos pues proviene d de ma=no, y yaab= muchos: nos muchos.
Ha de tildársenos de orgulloso de su origen, de su calle, de su solar?... En la vastedad de la península de los mayas nacimos, y en un punto determinado de su capital mileniria despertó nuestro uno de razón, al tiempo que se estrenaba nuestro paso a recta de alguna de sus calles. Estamos orgullosos, claro que si, del origen que nos heredó el tiempo que pasó venturoso por los años, tan largos esos años que se remontan hasta la inexistencia de las cuentas.