Resumen: Con estilo directo, a veces lírico, a veces cínico, en ocasiones enmascarado, como cronista y otras como ensayista, Carlos Torres desgrana doce relatos en los que busca hacernos partícipes de ciertas visiones liminares del mundo. Cuando desaparece el narrador para dar sitio al arrobamiento que procura una realidad siempre misteriosa, pero elocuente y diáfana, según la contemplación mística.
Parodia, autoironía, intempestivas apelaciones al lector, homenajes no tan secretos a escritos notables, amenizan la forma de los arrebatados cuentos mutuos; pero su fondo es, reiteradamente, el de una perspectiva trémula más propia del poeta que del narrador, quien a pesar de sus múltiples máscaras delata su condición íntima: un idealista que, obligado por circunstancias inexplicables, se decide a explorar el concurrido arte del cuento.