Resumen: Nadie sabe a dónde surgió la idea de hacer a Pedro Rendón candidato a la presidencia de la república; pero seguramente se tomó en cuenta el gran número de cualidades que lo singularizan: poeta, adivino -cartomanciano, quiromántico, arúspice-, evangelista, político, caricaturista, pintor, sibarita y tragón. Porque esta es la actividad que más practica y la cualidad donde más destaca; sin ser en exceso gordo, parece como nacido especialmente destinado a responder sólo al instinto de la ingestión. Quien no lo conoce pensará calificarlo de marrullero profesional, desobligado, pierdealmas y otras equivocaciones; mas lo cierto ubica a Pedro Rendón humilde, sencillo, por tanto, sincero en el traro y la solicitud, sin reserva alguna; es de carácter abierto a las primeras palabras; la confianza con el amigo deriva automáticamente hacia quien esta amigo acaba de presentarle. Y como todo esto concurre en la generación de simpatía, no es el caso de Pedro Rendón para constituirse en excepción. Así salió el candidato a la presidencia de la república, sitio aún conservado por nuestro amigo.