Resumen: En las postrimerías del siglo XIX, Yucatán se constituía en la segunda entidad más importante del país, gracias al desarrollo económico, político y cultural.
Es en este período de relativa prosperidad cuando, a propuesta de un grupo de ricos comerciantes y hacendados, integrantes e las clases sociales dominantes, surge el proyecto de enriquecer el panorama urbano de Mérida, con una nueva avenida, a semejanza de los Campos Elíseos de País el Paseo de la Reforma de la ciudad de México, que se realizó durante el efímero reinato de Maximiliano de Hapsburgo.
Con el innovador plan, de un nuevo espacio de amplias dimensiones para la circulación vehicular, glorietas para monumentos, andadores arbolados para los peatones y fastuosas viviendas y mansiones con extensos jardines al frente separados unas de otras, Mérida comenzó una transformación urbanista que continuó, para bien o para mal. En las siguientes décadas hasta los tiempos contemporáneos.
Los antecedentes económicos, políticos, sociales y culturales que caracterizaban a Yucatán en los albores del siglo XX fueron determinados para el nacimiento del Paseo de Montejo

Bibliografía: p. 81-82