Resumen: La poesía de Ponce surge de una profunda emoción religiosa. Los elementos terrenales y divinos - agua, montes, ángeles, tardes, gorjeos caben en un solo instante: "Todo pasa, lo efímero es eterno." Escribe como en un diálogo pausado, para llamarnos la atención sobre el misterio de las cosas sencillas: "Se prende una rosa, se prende una tarde pequeña." Por el valor estético y el rigor lírico de su obra, Manuel Ponce ha sido considerado el más importante renovador de la poesía sacra mexicana del siglo XX.
Esta selección, elaborada por Gabriel Zaid, muestra los principales aspectos de esa originalísima voz. Tal vez el libro central de Ponce sea el jardín increíble, del cual aparece una docena de poemas en este volumen. En el prólogo, Zaid se refiere a ese "paraíso crucificado" que Manuel Ponce asume como una teología personal. El lado poético de ese jardín consiste en que "se manifiesta, hiere, estimula, exalta, hace triste o feliz a la conciencia sensible". En este ensayo, Gabriel Zaid realiza un agudo y generoso análisis sobre el primer soneto de "Ay, muerte más florida", que por sí mismo es una lección de exégesis literaria.