Resumen: El aliento poético de Agustí Bartra es de una vestedad y una respiración casi incontrolables. Su anhelo de absoluto requiere los amplios espacios del poema épico, como se aprecia en "Quetzalcóatl", uno de los textos aquí incluidos. Debido a su natural desbordamiento lírico, en la obra de Bartra las fronteras entre verso y prosa, entre relato y poesía tienden a desvanecerse. Así sus novelas pueden llevar el calificativo de poética y ciertos poemas extensos resultan verdaderos cantos, a la manera clásica griega. El escritor catalán propicia la historia en dos sentidos: como el transcurso de los acontecimientos y hechos de un grupo humano dentro de un determinado tiempo (real o posible), y como una narración dramática que encierra un principio, un nudo y un final (aunque éste sea circular). En su escritura, Bartra busca encarnar personajes paradigmáticos que rebasen su singularidad (o representan) las contradictorias fuerzas del cosmos. Su obra es un entramado, una mixtura inextricable de fantasía y realidad, de historia, leyenda y mito.