Diálogos / Platón.
By: Platón.
Material type: TextSeries: Sepan cuantos... ; 13B. Publisher: México, D.F. : Porrúa, c2001Edition: 27a ed.Description: xiii, 457 p. ; 22 cm.ISBN: 970-07-2878-1.Subject(s): FilosofíaLOC classification: B 362 | .D52 2001Item type | Current location | Collection | Call number | Copy number | Status | Date due | Barcode |
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Libros | UMSA Plantel Reforma | Acervo general | B 362 .D52 2001 (Browse shelf) | 1 | Available | 000006534 |
Resumen: En la República reúne Platón temas fundamentales que ha tratado en otros diálogos importantes para componer uno de dimensiones mucho más amplias que los anteriores. Comienza con una viva conversación en que Sócrates, a la manera de los diálogos de la primera época.
En la República retoma Platón el tema de las formas ideales que describe en el Fedón. En la historia de la filosofía las formas desempeñan un papel importante, ya que establecen un puente en ese abismo, que parecía insalvable entre la realidad inmutable, conforme la estructuró Parménides, como único objeto posible del conocimiento, y la masa de cosas particulares que Heráclito veía en un estado de flujo permanente.
El Fedro, o del amor, es tal vez el último de los diálogos platónicos que tiene todavía contraída una deuda, aunque remota, con Sócrates. En sus últimas obras Platón emplea a veces a su maestro y a veces a otros personajes. En el Teetes, o de la ciencia, en la plenitud de sus facultades, se enfrenta al problema de qué es el conocimiento.
El Sofista fue escrito como una continuación del Teestes y se ocupa de los fundamentos de la lógica. Es en lo fundamental una crítica de las categorías del pensamiento, en especial de las del "no-ser", y la misma naturaleza de su tema impide disfrutar del ágil juego argumental que esperamos en Platón.
Si el mundo físico en cierto modo es, ha de haber alguna razón para que sea lo que es y sobre esto versa el Timeo, o de la naturaleza. Que esta muy lejos del ánimo de Platón el dogmatizar, queda en claro desde el momento en que resuelve que el interlocutor principal no sea Sócrates sino un pitagórico llamado Timeo de Locros. Refiere con todo detalle cómo el artífice divino hizo el mundo de manera que fuese una imagen visible del dios cognoscible, admitido su deseo de que todo se le asemejara lo más posible.
Critias, o de la Atlántida, se centraría en temas políticos, que más que nunca preocuparon a Platón en su vejez. En el político se enfrenta a las dificultades inherentes a su noción de filósofo-rey, tal como lo delineó en La República.