Resumen: Si existe alguna ley que más se haya adentrado en el corazón del pueblo mexicano, esa ley es la que crea el juicio de amparo.
El juicio de amparo nació como una institución de buena fe, de trámite expedito y sencillo al servicio inmediato de las garantías individuales; sin embargo, la evolución natural de las cosas de lo simple a lo complejo, ha hecho de éste, no el procedimiento rápido y sencillo que tuvieron en mente sus creadores, sino un procedimiento complicado lleno de formulismos que viene a ser en los momentos actuales un juicio conocido y por lo mismo patrimonio exclusivo de los que poseen estudios especiales en la ciencia del derecho; lo cal es un desvío porque ha provocado o está provocando un alejamiento entre pueblo e institución. Si a esto agregamos la tendencia manifiesta a obstaculizar el mismo juicio de garantías, el panorama no es nada tranquilizador.
No obstante estos desvíos, el pueblo aún tiene fe y confianza en la bondad del juicio de amparo, prueba de ellos es el número de demandas que diariamente se interponen.
Es conveniente que esta fe no sufra mengua, por eso es necesario que no se pierda el contacto entre el pueblo e institución, es necesario orientarlo en lo que realmente es el juicio de amparo, con el objeto de disipar duda y aclarar maledicencias, porque este juicio es la mejor garantía de la tradición liberal y democrática de la nación mexicana.
Las razones anteriores y mi experiencia diario en los tribunales federales, me indujo a escribir un formulario del juicio de amparo; un formulario que haga llegar al pueblo, en una explicación si se quiere redundante o molesta por detallista, lo que es el juicio de amparo al alcance del común de los individuos, una obra al servicio de los que poseen la ciencia del derecho, sino al servicio del individuo que se pierde en la masa amorfa del pueblo. Para ellos he escrito esta obra.