Resumen: En este trabajo sobre los derechos sociales no voy a referirme a los derechos sociales consagrados en las leyes ni en las declaraciones internacionales. No será, pues, un análisis dogmático al modo de los que estamos acostumbrados. La importancia de estos derechos y la preocupación por su implantación y desarrollo ha llevado a algunos juristas y filósofos a plantear el tema en otros términos. Utilizaré algunos enfoques novedosos que pretenden ser bastantes críticos, tanto de una tradición jurídica como de un modelo de Estado que no ha dado los resultados que prometía; me refiero a los que se suele denominar el Estado benefactor. Sin embargo, las críticas que ahí se hacen no tienen nada que ver con las críticas libertarias o neoliberales que defienden el mercado y el capitalismo, sino que provienen de una reacción que surge después de la Segunda Guerra Mundial y que ahora, al final de siglo, comienza de nuevo a cobrar fuerza. Luego de la Segunda Guerra, algunos juristas emprendieron la tentativa de corregir el planteamiento individualista de los derechos subjetivos que se había venido desarrollando desde finales del siglo XIX y hasta la primera mitad de nuestro siglo. Además, a través de los derechos sociales se buscó devolver al concepto de derecho subjetivo su contenido moral, que perdió con el positivismo jurídico y que posteriormente, en el régimen nazi, se contemplaría exclusivamente desde una visión funcional-sistémica.