Resumen:
La ley de Aguas Naciones se inscribe en el marco de la modernización, planeación y programación de la administración y del uso eficiente y racional de nuestros recursos naturales, y se suma a una tradición legislativa que se inicia con la ley sobre Irrigación y promulgada en 1926. Esta ley sustituye a la Ley Federa de Aguas, promulgada 1972.
El marco legislativo tiene su fundamento en el Artículo 27 de la Constitución Política de los Estados Unidos mexicanos y reitera, ante todo, el dominio de la nación sobre las aguas, así como su carácter de inalienable e imprescriptible.
Asimismo, es congruente con las profundas reformas constitucionales promovidas por el Ejecutivo Federal para llevar mayor libertad y justicia al campo mexicano y propiciar su modernización.
Responde, por otra parte, a las corrientes más modernas de pensamiento, en las que predomina como objetivo hacer un uso eficiente de los recursos naturales entre ellos el agua, así como preservar su calidad y cantidad.
La administración integral del agua, con una mayor participación de los usuarios, y la consolidación dela programación hidráulica y de la Comisión Nacional del Agua como autoridad federal única como preservar su calidad y cantidad.
El Reglamento de la Ley de Aguas Nacionales, se inscribe igualmente dentro del maro de modernización legislativa del sector hidráulico del país, y por lo tanto, al igual que la ley que regula, encierra un gran sentido social elaborado para el usuario, común lenguaje sencillo y práctico, con procedimientos ágiles, que permiten al mismo tiempo dar certeza jurídica a los usuarios y una mejor observancia de las disposiciones de la ley.
Por su trascendencia, y a fin de que sea conocida y aplicada, la Comisión Nacional del Agua dispuso la presente edición.