Resumen: La actividad legislativa a la que me he referido en los prólogos a las diez anteriores ediciones de la presente obra, constituye un hecho político, sociológico e histórico que habrá de estudiarse con detenimiento a futuro.
En los últimos 20 años, la producción de normas jurídicas ha proliferado de tal manera que constituye un verdadero reto para los estudiosos, su análisis, su clasificación, su interpretación y su comentario.
Surgen en forma avasalladora, nuevas leyes, reglamentarios y, lo que se ha dado en llamar normas generales y bases que emiten y publican, ya no el titular del Poder Ejecutivo, en uso de su indiscutible facultad, en los términos del artículo 89, fracción I, de la Constitución, sino emitidas pro secretarios de Estado, Subsecretarios, Directores de Organismos, Descentralizados, Desconcentrados y Empresas de Participación Estatal.
En algunas áreas parece evidente que la reforma de leyes anteriores o la promulgación de nuevas, era necesaria por así demandarlo las necesidades de la Sociedad Mexicana, pero en otras las reformas con mucha frecuencia han sido meramente formales, de detalle, o como expresan algunos estudiosos de simple maquillaje y el cambio legislativo es tan frecuente que los autores y profesores que tenemos la responsabilidad de estudiar y sistematizar para su difusión las normas jurídicas no vemos confrontados con el reto que es más difícil día cumplir, para hacerlas del conocimiento de los estudiantes.