Resumen: La apertura económica de países como México hacia el mundo exterior, ha tenido como consecuencia la presencia de numerosos cambios e innovaciones, no sólo en el sistema económico, como era natural que sucediera, sino también en le terreno perteneciente al régimen jurídico nacional, por las importantes reformas que se han tenido que hacer a las leyes del país, así como por la expedición de ordenamientos jurídicos que la realidad y los sistemas del nuevo orden jurídico internacional han exigido, para poder ubicar la nación dentro del contexto internacional, tanto en el campo de la economía, como en el referente a las normas de conducta obligatoria extraordinaria celeridad, al mundo de los negocios internacionales.
Estos impresionantes cambios en la economía y en el derecho mexicanos responden a un proceso, que en sus aspectos esenciales no se remontan más allá de 1986, cuando México firmó y ratificó el Convenio de Adhesión al GATT. Los cambios a la legislación mexicana no han sido sólo de forma, sino que inclusive, se ha tocado el fondo de la citada legislación. En efecto, la estructura jurídica constitucional ha sido modificada en no pocos aspectos sustanciales. De ser un país de política económica fundamentalmente paraestatal, se ha transformado, en virtud de importantes modificaciones constitucionales, en una nación con claras tendencias hacia una economía de mercado. Las reformas legales y las nuevas leyes expedidas tienen ese enfoque. Todo lo anterior ha motivado una alteración en las tradicionales formas de vida política, jurídica, económica y social de México.
La sociedad del mundo se encuentra de cara el siglo XXI. La humanidad está en el umbral de un siglo de grandes sorpresas y avances en materia tanto política como económica o jurídica. La ciencia y la tecnología seguirán avanzado de manera impresionante, aun ritmo quizá superior al actual. México, está apenas ingresado de lleno a un mundo globalizado, en donde las ventajas tanto comparativas como competitivas, hacen la diferencia entre las naciones fuertes y las que no lo son. Nosotros aspiramos, deseamos ser de las primeras mencionadas, y tenemos con qué hacerlo.

Bibliografía: p. 309